¿A donde iras cuando las luces se apagan?



Es larga la espera para que todo el mundo se marche a dormir.
El humo se desvanece en el aire, el hielo se deshace en en el whisky.

Las rimas o mis rimas (No estoy seguro), ya no riman.

Mi mente naufraga en otros mundos. Mi alma concatena una perdida en el espacio.
Entre los dedos de Robe se escapa una flor. Tus curvas se desvanecen, contoneándose sensuales como el humo.

La estela de las estrellas en esta noche de Van Gogh como otra cualquiera son como la pluma donde antes hubo vuelo.

¿A donde iras cuando las luces se apagan?

Holy are you



Ya sea por Descartes, por Sartre, por Freud, por mi manía a llevar la contraria sistemáticamente a todo o por llevar la contraria a la educación de colegio religioso que recibí. A lo largo de mi vida la filosofía, la ciencia y la razón eliminaron cualquier atisbo de fe.

Caminando hacia el vaticano algo me paraliza por completo.

La belleza de Roma, la historia milenaria, el arte en su estado mas puro, la culpabilidad por la paradoja que supone utilizar tal cantidad de recursos en llevar a cabo tan magna obra chocando contra la miseria, el vagabundo que pide caridad en la calle y el hambre en el mundo. Todo confluye en un punto concreto del cielo que desciende como un rayo que me parte.

Y en ese momento, solo deseo creer. Despojarme de todo. Quedarme desnudo de argumentos y simplemente tener fe.

Y aún siendo ese deseo en vano, siento que por encima de todos los dioses no existe otra cosa mas que el amor y que no hay nada mas sagrado que tu.

Across the universe



Has aparecido otra vez en mis sueños.

Noche tras noche vuelves a mi lado y yo, me rodeo entre tus brazos y siento estar de nuevo en casa.

Cansado de luchar, me rindo por fin posando mi cabeza en tu pecho. Ahogándome dulcemente entre rosas, un cielo estrellado y el líquido amniótico de tu ecosistema donde todo encaja y todo es perfecto, otra vez.

Cada día al despertar me pregunto cuando acabará todo esto y poder al fin olvidarte.

Mercadillo



No escuchas ni una sola palabra de lo que digo. Solo quieres pasar el rato rodando de bar en bar conmigo. Es tarde y ya debería estar durmiendo y tu, das una calada a tu cigarrillo y dices: “No tengo sueño”.
Rezo por resistir la mala vida que me das y no dormirme cada mañana cuando suena el despertador.
Y mientras me miras con tus ojos gélidos, tus pómulos se alzan sobre tu fina cara y tu cuerpo suena como un retrato de Brigitte.

Me encanta tu piso. La decoración moderna, el piano de pared y la cama de "barrotes".
Y ese vestido tan mono que compraste en algun mercadillo vintage se desliza abajo por tu cuerpo como un pluma balanceante por el aire y yo, como un niño travieso, me deslizo por el largo tobogan de tus piernas.

Se que estas pensando en él cuando hacemos el amor pero por un rato me olvido de las espinas que atraviesan mi corazón y mientras alcanzo las estrellas, te juro amor eterno mientras dure el frío invierno.

Aullido

Sangre helada, corazón espídico, pendientes de plata, polvo de oro en el reloj, la silla vacía, el habla llena, verbos huérfanos, adjetivos colmados, minucias que molestan, masoquismo pactado, filosofía de salón, olor a gasolina, mar de suspensos, tierra de estrellas.

Las estrellas llueven por el colador, dejan caer un delicioso nectar por el embudo que rellena la botella en la que bebo y mis labios arden. El faquir entretiene a la corte y el bufón echa una cabezadita sobre la cama de clavos. Has ignorado tus deseos y tu corazón no dolerá.

Calma, nunca pasará nada.

Russian Red



Un camino nunca es conocido sin ser recorrido. Una puerta nunca termina de quedar cerrada cuando te preguntas que pudo haber sido.

Mi conciencia se retuerce por un río donde la razón se diluye y el dolor, germina fuerte y sano como un jardín repleto de plantas, flores y enredaderas.

Siempre termino en la cama con alguna chica, acariciándola en ese preciso punto que descubrí en tu espalda, justo por debajo del hombro, con la esperanza de volver a sentir ese breve e intenso suspiro que, como una ajada flor, solías exhalar.

Respirando en el agua



¿Donde estoy?

Del fondo salen luces de colores y pongo mi pie al frente para ver como es rosa. Ahora azul, ahora amarillo.

Veo tu silueta entre estrellas arremolinadas y fractales en sincronía en una kaleidoscopica noche estrellada de Van Gogh y en mi cabeza estalla una monstruosa burbuja psicodélica.

Te miro mientras nadas como pez en el agua. Observo tu natural movimiento, como si hubieras nacido bajo el mar. Me hipnotizo con tu contoneo de nereida milenaria danzando de puntillas por el agua.

De pronto me recoges con tus brazos y me llevas a la superficie. Me despojo de mi cuerpo y me dejo llevar por tus manos haciendo que flote en la superficie. Tu pelo largo como el infinito, me atrapa, me arropa y me acaricia como la abrupta vegetación marina y yo, inclino mi cabeza hacia atrás hasta hundir mis oídos bajo el agua para oir su música y hasta entender todo aquello que no podía descifrar.


http://www.youtube.com/watch?v=0-CoaxbhXj0

Forever Afternoon (Sunset?)



Igual de hermosa es la sensación de estar contigo como angustioso pasar un día sin ti.

La brisa y el olor a sal te traen hasta aquí, cerca de mis labios.

La bruma sobre el mar abre una puerta a mis sueños, lejos de futuras preocupaciones.

Miro a mi alrededor y todo me supera. “Respira hondo” -me dices- “No estas dormido, abre tu mente”.

Todo se vuelve claro y las horas dejan de caminar lentas para alzarse al cielo y volar mas rápido de lo que mis ojos pueden ver.

Campanilla



A veces me das tanto miedo...

Prosaico como yo solo, me desnudas los ojos con poesía.

Como andar de noche por un callejón y de pronto toparme cara a cara con la verdad mirándome fijamente. Clavando sus ojos como cuchillos en los míos. Y tras ellos no hay nada de lo que preocuparse porque la verdad no oculta nada.

Voy andando por el bosque. La sombra de los arboles hacen que, a pesar del atardecer, la vegetación luzca verde, húmeda, viva.

Mi campanilla pasa por mi lado y empieza a juguetear conmigo. Salta, danza de hoja en hoja, baila con el viento y yo, corro tras ella intentando atrapar con mis manos un grito de su aleteo.

Pisamos la nada, dormimos en el vacío, flotamos en el caos, nuestros cuerpos pesan de placer y nuestro aliento es ligero. Nos enzarzamos, hacemos burla el uno del otro y nos reímos.

Los arboles nos acompañan con un murmullo profundo y majestuoso, fruto de sus carcajadas que nos sirve de colchón para caer rendidos en la hierba.

Despeinados de bailar hasta la madrugada, tintineando, ronroneando; Un claro se abre entre los arboles mostrando una noche iluminada, estrellada.

Gripazo



Miro por la ventana y todo el mundo me esta mirando.
Oigo susurros, cuchicheos y risas encubiertas
Que se apoderan de mi alma y me derriten los sesos.
Y no dejo de sentirte a mil años luz.

Enfermo y encerrado en esta habitación.
Oigo los aullidos interminables de los lobos
Mientras los fantasmas de la casa me dan escalofríos.
Y no dejo de sentirte a mil años luz.

Las voces cada vez me vuelven mas loco.
El miedo me quema y el agudo rechinar de los grilletes me angustian.
Sueño con saltar por la ventana, salir corriendo a buscarte
Y abrazarnos, tocarnos, besarnos, encendernos.

Las puertas del Edén



No hay nada como andar por un denso bosque
Que los arboles no te dejan ver.
Y una campanilla se cruce contigo
y juguetee un rato contigo.

La madre naturaleza que nutre este laberinto
Y estos lamentos que otrora
eran carcajadas majestuosas
de la madera y los espíritus de este baile de máscaras.

Me educaron para conocerte,
Me engañaron para amarte,
Me convencieron para poner la otra mejilla
Y sin embargo, no te creo.

Voy rodando por este mar verde
entre silenciosas confesiones
Y gemidos huecos.
Se adivinan rayos de sol entre las ramas.

Me duermo soñándote y muero sintiéndote.
Me quedo esperando frente a estas puertas esperando a que se abran.
Me quedo dubitativo preguntandome si volveré a verte durmiendo junto a estas puertas,
Las puertas del Edén.

New Morning



Suena el despertador en esta pequeña habitación. Lo paras de un golpe y no se oye nada. Solo el silencio que hay tras la tormenta. Solo nuestros gruñidos de “no me quiero levantar”,

Nuestro ronroneo retumba en las paredes. Suenan las sabanas y el nórdico como olas rompiendo en el mar al movernos, Tratando de encontrar la posición perfecta para pegarnos, Deseando fundirnos mas que abrazarnos.

Mientras curas mis heridas pienso: “Los cañones enmudecen. La guerra ha acabado. Una nueva mañana empieza al fin”.

El triunfo de Galatea



Mi amor habla con la boca llena de rosas.
Recita silencios plenos e ingrávidos.
Asesina sin manos ni armas.
Reluce entre las sombras de mis horas mas bajas.

La gente recita discursos de memoria.
Se dicen miradas que, de tan vacías, caen por su propio peso.
Admiran personas de cemento y piedra.
Obedecen estatuas de carne y hueso.

Mi amor me lanza al mar.
Me hunde en el espacio.
Me cuelga de la tierra.
Se tumba a mi lado levitando.

Y mientras nuestros cuerpos secos se mojan al sol,
Y nuestros pecados se queman y nuestra conciencia se disuelve;
Mi amor tiñe el cielo de fuego y los mares de sangre haciendo que me sienta
Nunca cansado, nunca triste, nunca culpable.

Desolación



Un barco ha atracado en el puerto.
Los marineros se pasean de bar en bar.
Las mujeres salen desoladas de los salones de belleza.
Y todos navegan llorando a la deriva por las calles.

El alcalde habla a la multitud desde el balcón mientras,
el predicador da su sermón en el callejon trasero del ayuntamiento.
Llueven palabras vacías como metal pesado cayendo del cielo.
Y todos escuchan llorando a la deriva por las calles.

Noé se pasea con un chimpancé celoso, domando leones con una bíblia.
Isaac Newton camina haciendo malabares por el canto de una moneda.
El circo ha llegado a la ciudad.
Y todos van de camino al espectáculo llorando a la deriva por las calles.

Hay una pelea en la calle.
Entre un hombre que nació en el este y otro que nació en el oeste.
La gente enloquece y todos te gritan: "¿De qué lado estás tú?"
Y todos pelean llorando a la deriva por las calles.

Voy paseando por la playa y veo pescadores.
Dibujan flores entre las ventanas del mar,
Donde hay bellas nereidas
Y no hay que pensar demasiado.

I don't believe you

Cuando las metáforas ya no sirvan.
Cuando los niños pierdan la inocencia al saber lo que haces.
Cuando todos tus seguidores de plástico se desvanezcan.
¿Vendras entonces a verme?

Cuando los ilusos que engañas sean mitad
Y unos sigan adorándote diciendo que todo esta bien
Y los otros hayan despertado y vengan a pedirte explicaciones.
¿Vendras entonces a verme?

Cuando los mendigos llamen a tu puerta
Llevando la ropa que un día vestiste.
Y Einstein aúlle en el callejón donde da tu habitación.
¿Vendras entonces a verme?

Aún cuando el juez golpee fuerte su mallete
Y los ángeles toquen sus trompetas celestiales,
Dejarás huérfanos todos tus versos
E inventarás alguna excusa para no venir a verme.

Mucky Fingers



Encontraste a dios en el Cuore.
Aprendiste historia del Vogue.

Te paseas por la calle con algún pobre infeliz.
Y al llegar a casa lo encierras en una jaula y le arrojas un hueso.

Puedes creer que te quiere por tu forma de ser
Pero la verdad es que te ama por ese vestido tan mono.

Te has manchado las manos de maquillaje
y tus dedos estan pegajosos de mentiras.

Deberías estar durmiendo en la casa que construiste
pero si te sabe a mierda, bueno, es mejor que dormir en la calle ¿Sabes?

Hablas entre lágrimas de mariposas y abejas en tu estomago.
Pero la estampa parece mas bien el Blues de la “piedra rodante”.

Sigue contando que cada noche, cuando la fiesta se acaba y las luces se apagan,
Me siento en algún rincón solo y callado.

Sigue explicando que me levanto cada mañana
Con resaca y loco de amor.

Sigue diciendo que tengo pájaros en la cabeza.
Y sigue rezando para que dios no me detenga ahora.

I'm Not There



Voy andando por las calles de Gràcia y se despierta un viento infernal.
Juicio final.

Me cruzo con miradas encorsetadas y gente que no para de callar por los codos.
"Debe haber una salida por aquí" le dice el bufón al ladrón.

El público me abuchea ejerciendo el derecho que cree poseer.
El juez me sentencia ejerciendo la moralidad que algún dios le regaló.

Y Martha intenta mirarme adorable y tímida.
Pero la cara de Arlette se me aparece en cada olor.

Después de cenar cenizas de mi vida, estoy bebiendo sangre y riendo.
Pero la tenue luz y la decoración vintage de esta cárcel tosen recuerdos en mi cara que me angustian.

Un par de chicas con gafas de pasta me molestan con sus ojos como clavos.
Me cansa como tantas y tantas cosas y me pongo mis gafas de sol para ocultarme y jugar a ser Dylan.

Y mientras Martha ríe inocentemente por el alcohol,
Me parece ver a Arlette en todos y cada uno de los oscuros y miserables rincones de este funeral.

"Astronauta. Chimpancé anfetamínico. Siempre entendí muy bien a Shakespeare."
Le dice el condenado a muerte al Rey.

En la oscuridad de la noche, subo la calle.
Mientras me coloco bien las gafas de no ver.

Noche de oscura luz y de otras cosas que son a la vez dos cosas.
Noche que habla ahora por los descosidos, sin tener nada que decir.

"Hola exterminador ¿Que hay?
¿Te habías dado cuenta que solo contigo era capaz de disfrutar de todo lo que me parece vacío?

"Hola enterrador ¿Que tal todo?"
Fecha y hora, por favor.

Mi leona. Mi sirena.



Una noche cualquiera como esta, en un garito cualquiera como este, hablando con una bellísima rusa que esta de erasmus en este, nuestro afortunado pais del sol, la paella, y las tapas.

Todo es genial. We’re talking about life, books and Jazz.

De repente suena “Beyond the Sea” de Bobby Darin y me pierdo otra vez. Me pierdo como siempre.

Me pierdo de nuevo en mi rico mundo interior como buen introvertido que soy. En pensar que eres lo que necesitaba, en pensar que “ese” a quien le dedicas esas palabras tan bellas (poesía mas bien) no las merece.

La bella vikinga rubia de ojos azules sigue hablando. Es mas de lo que muchos soñarían. Pero sus palabras cada vez son mas un “Bla, bla bla” y yo, no dejo de pensar que aunque tus palabras no sean para mi, las necesito. No dejo de dibujarme bajo el mar, danzando contigo. No dejo de pensar en estar contigo, haciendo lo que sea. Pero contigo.

En mi playa, en mi mar, en mi océano interior, tu siempre tienes permiso para nadar.

Vuelve.

El Blues de la Vallparadis Street



Por alguna extraña razón últimamente he escuchado varias veces las palabras “Eres demasiado listo para (Inserte aquí acusación y su sermón santurrón)”

Demasiado listo como para comportarme de tal o cual manera. Demasiado listo para gastar mis noches de viernes o sabados en lo que sea que las gaste. Demasiado listo para auto-destruirme, cabrearme, deprimirme o lo que sea.

Bajo el “pretexto” de preocuparse por mi, todas las personas que me lo han dicho no están en mi vida. Ni siquiera lo han estado tiempo atrás cuando estaba muchísimo peor.

Tiene gracia que gente que no me ha tendido ni una miserable mano, gente que no se ha dignado a preguntarme cara a cara o que ni siquiera ha cruzado una maldita palabra conmigo en mucho tiempo, paradójicamente me tengan tanta estima como para considerarme tan “listo” y se “preocupen” tanto por mi.

Pues no. No soy listo. No soy ningún genio. No soy John Lennon, no soy Bob Dylan. Nunca he escrito una canción de amor o de Dubstep.

Pero tampoco soy un hipócrita de mierda que suelta palabras para aparentar, quedar bien o tener la conciencia tranquila.

Nick and Norah's infinite playlist



Ella tiene 19 años y es muy joven. Es guapa, atractiva y muy graciosa pero en realidad no tiene nada que decir.

Suena una canción y le digo “Hey! Esta canción siempre me hace sentir joven!

Escucharla siempre me recuerda a aquella noche en el Sidecar. Esa noche en que sonaba esta canción y tu suspirabas porque me hacía de rogar.

Recuerdo esa huida a la estación por las ramblas de Barna, con los pakis intentando vendernos cervezas y aquellos capullos envidiosos que se burlaban de nosotros cuando parabámos a besarnos.

O esa espera en la parada del metro, esquina con plaza catalunya… ¿Aquí? ¿Estas segura? En fin, ¿Contigo que mas daba todo?

Buscando la primera panadería que abriera. Desayunando juntos para al final, simplemente dormir a tu lado. Y es que durmiendo a tu lado, el mundo entero era secundario.

En este puto Sidecar acabo con gente que ni me va ni viene. Bebiéndome con mas ganas que nunca esta noche con sabor a lágrimas y bourbon, recordando lo que siempre fuímos, pensando en lo que aún eres capaz de hacer.

Esperando a que me encierren en tu ciudad de una vez por todas. La ciudad de los locos. O la de los jovenes... O ambas cosas seré. Por ti.