El triunfo de Galatea



Mi amor habla con la boca llena de rosas.
Recita silencios plenos e ingrávidos.
Asesina sin manos ni armas.
Reluce entre las sombras de mis horas mas bajas.

La gente recita discursos de memoria.
Se dicen miradas que, de tan vacías, caen por su propio peso.
Admiran personas de cemento y piedra.
Obedecen estatuas de carne y hueso.

Mi amor me lanza al mar.
Me hunde en el espacio.
Me cuelga de la tierra.
Se tumba a mi lado levitando.

Y mientras nuestros cuerpos secos se mojan al sol,
Y nuestros pecados se queman y nuestra conciencia se disuelve;
Mi amor tiñe el cielo de fuego y los mares de sangre haciendo que me sienta
Nunca cansado, nunca triste, nunca culpable.

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