Cada noche empiezo a dejarte ir.
Conduzco lejos de ti.
Me tomo unas vacaciones de mi.
La barra del bar pronto se alarga hasta convertirse en una autopista.
Luego en montañas que me apresuro en atravesar.
No tardo en llegar a la vía láctea.
Los desiertos se cambian por valles.
La oscuridad ya no dibuja en el mar.
Y tu ahí,
Como si no fuera contigo la cosa.
Miro las estrellas tan quietas pero tan bonitas.
Y me pregunto
Si me buscas tanto como yo te busco.
Es una verdad solitaria
Que es imposible cambiarte,
Tan imposible como cambiarme.
Por la noche
El paisaje desciende
Desde las estrellas
Hasta el infierno.
El infierno que supone
Lograr dormirse.
Quizá porque cerrar mis ojos
Sería admitir mi derrota
Y tu ahí,
Cazando un nuevo tren.
Miro las estrellas tan fugaces pero tan bonitas.
Y me pregunto
Si corres en mi busca como yo te busco.
Es una verdad terrible
Que es imposible cambiarte,
Tan imposible como cambiarme.
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