Never out of style

Pues estaba esta mañana en el coche cuando de pronto el camión que iba delante se ha parado a cargar algo de un piso en obras. Como la calle era estrecha no quedaba otra que esperar. Bueno, no había ningún problema. No tenía prisa, tenía música y aire acondicionado. Me he quedado embobado mirando el cielo como suelo hacer, luego he vuelto a la realidad, he bostezado...

Tenía curiosidad por ver la cola que se habría formado detrás y he mirado por el retrovisor. De la interminable fila de coches ha emergido una chica en moto que se ha subido a la acera y ha subido toda la calle hasta ponerse delante de mí.

Llevaba una moto potente y la chica tenía un estilazo increíble. Sus pantalones cortos mostraban con todo su esplendor sus hermosas piernas bronceadas y un bonito tatuaje. Desde su hombro hasta debajo de su otro brazo, una riñonera de color lila que estaba completamente hecha polvo rodeaba su ceñida camiseta.

El tipo del camión ha terminado y hemos emprendido la marcha. En la primera esquina el camión ha girado y entonces, con la larga y desierta calle por delante, la chica le ha dado caña al acelerador. Como una estrella fugaz, la he visto alejarse calle arriba hasta desvanecerse en un suspiro.

Wildest Dreams

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Contigo todo era fácil. El tiempo discurría despacio. Podía detenerme a beber una coca cola, a mirar el paisaje, oler las flores, decir algo que me pasara por la cabeza o mirar el cielo y ver una estrella fugaz y disfrutar de ello por el mero hecho de disfrutarlo.

Sin darme cuenta mi corazón corría como la vida misma, despiadada y salvaje. Todo tipo de alarmas sonaban a mi alrededor.

Alta como un ciprés, tu pelo resplandeciente como el ónice, tus ojos perdidos como lunas en cualquier lugar, la música con tus palabras y sus silencios.

El momento era demasiado dulce como para abandonar. Siento no haberme dado cuenta o más bien, no haberme querido dar cuenta.

En la soledad de noches como esta, de noches como todas, me consuelo pensando que me recuerdas tanto como yo a ti. Que quizá no me recuerdes como lo que fui; sino como lo que pude ser.

Una noche como otra cualquiera

Volvía a casa de madrugada y me paré en un semáforo.
Estaba absorto pensando en mis cosas y 'Blue in Green" sonaba en la radio.
Entonces te vi.

Tu precioso pelo largo balanceándose en las sombras.
Sombras sombrías como el maquillaje negro.
Y negro y sobrio como el elegante vestido y los tacones altos.

Cruzabas la calle en dirección a la parte alta de la ciudad.

No había fumado nada porqué no me va pero supongo que el humo de la maría de Sophie algo hizo.

Aparqué el coche y el garaje daba endiabladas vueltas.
Me monté en el ascensor y parecía un cohete disparándome a la luna.

Ya tumbado en la cama mirando el techo, lucía el planetario hermoso y vacío como siempre.

Es la diferencia de clases.
Nos relacionaremos con nuestros iguales y abusaremos de quien esté abajo.

Sophie me escucha un poco pero habla por los descosidos porque el universo gira entorno a ella.
Y es que gira entorno a todos nosotros como seres conscientes.

Es que yo, yo y yo...

Y cuando se aburre lo suficiente de mí no le importa llevarme a su habitación.
Porqué está siempre colocada y básicamente tampoco le importa una mierda nada.

Mientras, pienso que tienes demasiada clase y en la parte alta de la ciudad,
Los ricachones pagan demasiado bien
Y los intelectuales dicen cosas demasiado intelectuales.