Acuarium



Me sumerjo en la bañera y escucho el agua. Oigo los latidos de mi corazón y me hacen recordar que aún estoy vivo. Oigo tras de mi como descansan las horas que he malgastado y me hundo aún mas, como una ajada flor.

Me dijeron que hay oro en la ciudad pero nunca llego a fin de mes. Solo puedo permitirme tomar este autobús que no llegará muy lejos y una botella de bourbon barato para soportar el frío.

Pero estará bien, si bailas conmigo esta noche. Atravesaremos las sabanas como un rayo hasta alcanzar el sol.

Esta mañana desperté en un tren que no iba a ninguna parte. Oía resonar el eco en mi cabeza pero me di cuenta que tan solo era la resaca de un sueño cuando miré por la ventana y, una mañana mas, el mundo había dado otra vuelta y las flores se habían convertido en piedra.
No sabia cuan lejos iba a llegar ese tren hasta que me detuve en la última parada y en medio de aquella nada, al final del arco iris, grité tu nombre.

Sumerjido en la bañera mi corazón cada vez late mas despacio hasta que oigo la muerte acercándose y saco la cabeza desesperadamente intentando recuperar el aliento. Y es que el tiempo que podemos estar bajo el agua es efímero, como el tiempo que podemos retener los sueños.

Baila conmigo esta noche. Atravesaremos las sabanas como un rayo y cuando llegue la mañana, curaremos nuestras heridas de guerra en las playas del sol.

Planetarium



Mantén ese pensamiento que no me deja ir. Mantén ese pensamiento que no te deja ir. Solo un rato mas. Solo cinco minutos mas cuando suene el despertador. Porque los recuerdos se disuelven en gris mientras mi amor se pierde en ira tratando de alcanzar el ayer.

Déjame ser la bala y disparame de vuelta a mi hogar. Porque estoy cansado de ser un extraño en mi propia vida, en mi propia ciudad, en mi propio barrio. Llévame de vuelta a mi hogar, descansar en tu pecho, bailar bajo el cielo estrellado de tu habitación. Donde el sol atraviese las nubes y los muros del invierno. Donde pueda atesorar el placer entre el dolor. Que no pare de sonar nuestra canción y que el tocadiscos no deje de girar.

Mantén ese pensamiento que no me deja ir. Mantén ese pensamiento que no te deja ir. Que el tocadiscos no deje de girar y que nuestros corazones no paren de latir nuestros nombres.

Sinfonía del nuevo mundo



En un claro bajo un cielo escarlata, un lobo aúlla a la luna.
Dos amantes se pierden entre encajes y blondas de color gris.
Un hombre solitario llora por el amor que nunca ha conocido.
Una pálida luz blanca ilumina la lúgubre habitación del compositor que anhela crear una obra maestra.

Tu te miras en el espejo cada mañana y se que me sonríes. Porque en realidad soy yo quien está soñando que tu estas soñando.

Algún día todo el mundo cantará mi canción.

Algún día...

Desrealización

Siempre cuesta horrores dormir. Verte cada noche en sueños no es negociable. Despertarse mil veces en mitad de la noche preguntándome si es un espejismo o de verdad estas ahí es algo habitual. Lo que eran placeres se convierten en terrores.

Al final amanece y abro mis ojos, hinchados, como si hubiera estado nueve años en coma. Empieza el día con su ansiedad urgente, los temblores, la anhedonia y la muerte por dentro. Y la eterna pregunta de “¿Cuando te olvidaré?” me acompaña como un perro fiel.

Sin darme cuenta y casi sin querer, mis ojos hinchados buscan por cualquier parte tus preciosos y enormes ojos, esos que podía mirar durante horas mientras el tiempo y el espacio se detenía a nuestro alrededor. Porque solo deseo que estés aquí para decirte lo mucho que te estoy echando de menos.