Esta mañana me he despertado a eso de las ocho. Como casi siempre me estaba resistiendo a levantarme cuando me he quedado paralizado al oír la voz de una mujer tarareando una cantando una canción.
No se como lo hacía para llegarme tan adentro, era una voz preciosa, No podía identificar de quien era ni de dónde venía y he empezado a renquear por toda la casa como un muerto viviente tratando de descifrar quien se escondía tras esa voz.
¿Quién era? ¿Por qué no la había escuchado antes? No suele haber muchos vecinos nuevos por aquí. Menos en tiempos de confinamientos. Por momentos la oía entre las paredes, por momentos la oía entrar por la ventana.
Cansado de buscar me he vuelto a la cama y su voz ha calmado todas mis penas, sumiéndome en el más dulce de los sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.