Connubio



Un gran jardín con árboles majestuosos.
Oscuras enredaderas tocando el cielo.
Las columnas de marfil como padrinos magníficos.
Las penas, testigos;
Las alegrías, plañideras de honor.
Un estanque donde nadarán los invitados.
Los tubos de un órgano soplando entre las ramas.
Altar de arena donde esperaré.
Y tu, amada por nadie que a todos arropas por las noches,
El sol te llevará de la mano hasta el altar.
La prometida mas hermosa
Vestida de novia pero no de blanco.
Saturno nos entregará su anillo.
El paso de las estaciones oficiarán la ceremonia.
Nos daremos el “Sí, quiero” en una unión eterna.
Volarán las cenizas entre aplausos mientras, en lo alto del campanario,
Sylvia Plath toca enérgicamente su gran campana de cristal.

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