Forever Afternoon (Sunset?)



Igual de hermosa es la sensación de estar contigo como angustioso pasar un día sin ti.

La brisa y el olor a sal te traen hasta aquí, cerca de mis labios.

La bruma sobre el mar abre una puerta a mis sueños, lejos de futuras preocupaciones.

Miro a mi alrededor y todo me supera. “Respira hondo” -me dices- “No estas dormido, abre tu mente”.

Todo se vuelve claro y las horas dejan de caminar lentas para alzarse al cielo y volar mas rápido de lo que mis ojos pueden ver.

Campanilla



A veces me das tanto miedo...

Prosaico como yo solo, me desnudas los ojos con poesía.

Como andar de noche por un callejón y de pronto toparme cara a cara con la verdad mirándome fijamente. Clavando sus ojos como cuchillos en los míos. Y tras ellos no hay nada de lo que preocuparse porque la verdad no oculta nada.

Voy andando por el bosque. La sombra de los arboles hacen que, a pesar del atardecer, la vegetación luzca verde, húmeda, viva.

Mi campanilla pasa por mi lado y empieza a juguetear conmigo. Salta, danza de hoja en hoja, baila con el viento y yo, corro tras ella intentando atrapar con mis manos un grito de su aleteo.

Pisamos la nada, dormimos en el vacío, flotamos en el caos, nuestros cuerpos pesan de placer y nuestro aliento es ligero. Nos enzarzamos, hacemos burla el uno del otro y nos reímos.

Los arboles nos acompañan con un murmullo profundo y majestuoso, fruto de sus carcajadas que nos sirve de colchón para caer rendidos en la hierba.

Despeinados de bailar hasta la madrugada, tintineando, ronroneando; Un claro se abre entre los arboles mostrando una noche iluminada, estrellada.