La realidad es... Que la realidad nunca supera la ficción

Tú... Encendías algo.
Encendías la chispa.
Eras mi musa.

Y me entusiasmé con ello.

Un proceso orgánico en el que tu me inspirabas
Y yo vibraba con la inercia.

Como una guitarra eléctrica
Acoplándose a un ampli.

Trataba de devolverte la inspiración que me brindabas
A la vez que tu tratabas de de devolvérmelo con más inspiración.

No hay nada más decepcionante
Que ver como miras a otro lado,
Elogiando siempre a los demás

Verte buscando entre mil fiestas de verano.
Y sin embargo, yo estaba a tu lado todo el rato,
brillando.