La otra noche tuve un sueño. Un sueño extremadamente vívido y lúcido. Estaban unos amigos míos, estaba María y sus amigas. Lo pasábamos bien.
Entonces llegó la noche de San Juan, dejé allí a todos y me fui solo a la playa. Pensé que te gustaría cenar junto al mar y luego ir a ver los fuegos artificiales. Te llame para decirte que te esperaba allí pero tu móvil estaba “apagado o fuera de cobertura”. Algo en mi interior me decía que no vendrías.
Me di una vuelta por allí, la gente estaba animada y los niños ilusionados. Para hacer tiempo reservé mesa y te mande un mensaje. Algo en mi interior me decía que nunca responderías aquel mensaje.
Me senté en un rincón, viendo la gente pasar y poco a poco me fui quedando dormido sabiendo que nunca vendrías.
Y dormido dentro de ese sueño, un pájaro anunció el final de la noche, supe que un día decidiste no existir más y sentí que el pasado nunca sucedió.