De repente, estás rodeado de gente, te ríes y lo estas pasando genial. Pero hay alguien que no te puedes quitar de la cabeza. Y piensas; joder, como me gustaría que estuviera aquí. Y piensas; joder, que sitio mas chulo, seguro que le gustaría. Y piensas mil cosas mas mientras vas mirando de vez en cuando a la multitud esperando encontrar de repente a esa persona… pero no está.
Y sales solo del garito y pillas el coche y vagas solo y sin rumbo por las calles de Barna mientras suena Miles Davis y piensas que al final lo que valen son los hechos, y los hechos son que esa persona que como un tonto esperabas ver entre la multitud se ha marchado, que no se ha dignado a llamarte ni a decirte nada desde que se marchó, y que todos esos momentos y todas esas cosas que tenías que hacer o que te veías haciendo a su lado, al final siempre has acabado haciéndolas solo. Y que por mucha palabrería que pueda oír, que por mucho que sepa que esa persona tiene tantas ganas como yo, ya sea por miedo o por orgullo, el hecho y lo que cuenta al fin y al cabo es que esa persona no está ahí.
Y te levantas con resaca y el corazón hecho trizas y ves que todo sigue igual y que te volverás a sentir así… me tendré que enfundar mis pitillos súper ajustados, esos que tengo que hacer malabares para ponérmelos, y melancólico perdido, veré el partido y rockanrollearé con Hot Legs y Sidonie.
