Hay que ser valiente para decirle a otra persona que la amas, que la necesitas y que no puedes vivir sin ella. Correr el riesgo de que esa persona que amas pueda dejar un día de querer estar contigo y se marche.
Correr el riesgo de entregar tu corazón a sabiendas de que te lo pueden romper.
Hay que ser valiente para amar.